The Fartlek 194: Noticias de running y atletismo
Un editorial sobre lo que sacude al atletismo argentino esta semana, algo de noticias rápidas y un par de links recomendados.
A contrarreloj, pero estoy volviendo a lograr la consistencia que durante mucho tiempo caracterizó a este envío. Después de un proceso personal que me llevó un tiempo, este newsletter y algunos otros proyectos en mi vida están fluyendo nuevamente. En otros temas mucho menos importantes que lo que sigue a continuación, el domingo corro una carrera de 15 km, una distancia que me gusta mucho y que siempre sirve como parámetro para encarar nuevos períodos de volumen pensando en el maratón. También en ese rubro vengo manteniendo la constancia y aunque no es todo en la vida, me pone orgulloso y es una señal. Pasemos a los comentarios especiales de esta semana, mas un recap de Londres y un puñado de noticias rápidas.
Editorial: El atletismo argentino, sacudido una vez más
La película de siempre: una vez al año, aparecen deportistas argentinos que sin tazon aparente denuncian en sus redes quedar fuera de una nómina para asistir a unos juegos de representación, llámense Sudamericanos, Iberoamericanos, Juegos Olímpicos. Esta vez el descontento surge de algunos atletas que expresaron su bronca por no estar en la lista para los Juegos Iberoamericanos de Brasil, aduciendo que obtuvieron los resultados suficientes para sí aparecer. Y el caso es que sí, sí los obtuvieron. Por ejemplo, Carlos Johnson es campeón nacional de los 3000m con obstáculos y no está en la lista, al igual que Fabián Manrique, campeón nacional de media distancia, de grandes actuaciones en un par de fechas del Continental Tour, y que tampoco está.
Consulté a alguien que conoce el funcionamiento de la CADA y dejó trascender que no hay un “criterio único” de selección, incluso que los resultados no garantizan (cuando debería ser al menos una métrica confiable) el derecho a representar una bandera. Sí en cambio, en off reconocen que es una cuestión aún más engorrosa, y que las marcas que piden desde la confederación si bien son referenciales, pesan a la hora de la elección, argumentando que “en una competencia iberoamericana los tiempos del ganador del campeonato son más rápidos que los ejecutados por los argentinos” y que por eso se terminan quedando afuera (también, obviamente, la culpa es de que “no hay plata”). En otras palabras, las marcas con las que ganan campeonatos nacionales no alcanzan para ganar o hacer podio en torneos continentales, en un escenario más hipotético que real en donde además se puede discutir desde los antecedentes, ya que los campeonatos sudamericanos o iberoamericanos (al igual que los JJOO) suelen no tener tiempos rápidos. Pero entonces, si esas marcas son referenciales y no obligatorias, ¿Por qué sirven como único criterio para meter o sacar un atleta?¿No debería haber otra instancia en la selección de atletas? Ojo, tampoco estoy diciendo que sea un caso sólo de Argentina, sino que es propio de Sudamérica, que elije “a ojo” y no por resultados necesariamente.
Está claro que toda esta confusión, que se repite desde siempre independientemente de las comisiones que estén, se terminaría sí alguien de la CADA saliera a hablar a través de un comunicado, si esa información fuera transparente, sin ambigüedades, sin intención de ocultar algo. ¿Habrá alguna vez dirigentes a la altura de estas circunstancias? No necesariamente hablo de las áreas técnicas de la confederación, que nadie puede dudar que tienen hitos reconocibles o de impacto en las actuaciones de los últimos años, sino de algunas personas que no toman las decisiones cuando tienen que tomarlas o al menos no las comunican. Tampoco desde acá dudamos del trabajo honesto de algunos entrenadores, de los médicos o de los equipos que acompañan a los atletas, pero los dirigentes y las autoridades suelen no estar a la altura en un contexto en el que además también la confederación argentina de atletismo sufre como cualquiera el vaciamiento por parte del estado. Y aclaro que no es personal, a muchos los conozco, doy fe de la calidad de personas que son y de que puede haber limitaciones en sus funciones para responder sobre algunas cuestiones, pero son momentos en donde la honestidad o la abundancia en la información servirían para aclarar algunos temas.
Sobre el estado actual del deporte en general, no hay algo tan simple pero a la vez tan menospreciado -y más en estos tiempos de libertarianismo disfrazado de ajuste- como la falta de política de estado que sufren este y otros deportes. Cada tanto, el mismo deporte y quienes lo hacen son los que tienen que soportar que para alguna campaña política se los mencione como parte de la cultura de la educación o como política de estado, pero que en la práctica está lejos de suceder.
En Argentina esta semana vimos dos expresiones de ese reclamo, uno puntualmente y el más grande, el de la educación, en el que la gente vio cómo precisamente esa política histórica de garantizar el acceso a la educación de calidad se ve amenazada, aún con las deficiencias que pueda tener y con todo lo que haya que cambiar, problemas que no son propiedad de este gobierno, sino también de los anteriores. En el otro, en el deporte, el reclamo apenas se ve y sólo en redes, cada tanto, cuando hay campeonatos internacionales, como fue el caso de esta semana y en una disciplina de la que poco se sabe en proporción a lo que mueven los deportes masivos en nuestro país. En nuestros torneos domésticos y en la realidad de lo cotidiano, pocos se atreven siquiera a levantar la voz por el estado del deporte argentino.
Sin embargo, llama la atención que muchos de los que hoy reclaman lo hagan de manera selectiva y oportuna, cuando el estado de precariedad del deporte argentino en general y del atletismo en particular, viene siendo calamitoso hace años. Hablar del desfinanciamiento en nuestro deporte no sirve si sólo se hace con un gobierno de turno o porque tocaron algún interés. Tampoco sirve si la queja viene de las mismas personas que se benefician prácticamente en el mismo momento en que reclaman (seguramente las razones están justificadas), llámese por un sueldo o por un viaje. Hay que trabajar desde adentro hacia afuera, generar un cambio en serio y no ser meros observadores. O somos coherentes o no somos nada. Lo otro, lo que está al frente de eso, se llama hipocresía. Más o menos becas o más o menos atletas en una nómina no van a tapar el problema real, que es que nuestro sistema -como en muchas cuestiones también trascendentales, por caso la educación- funcionan por “meritrocracia”, y que esa meritocracia no solo es aceptada sino que es celebrada, precisamente por algunos de esos que hoy están en contra de los recortes presupuestarios. Creer que los deportistas (podrían ser, insisto, los alumnos) tienen que llegar en base al mérito propio muchas veces enmascarado en el “esfuerzo” o “las capacidades” sólo contribuye a un sistema desigual, inequitativo, en el que las oportunidades no son iguales o no son las mismas para todos. ¿O el esfuerzo del que puede llenarse la panza debe ser el mismo que aquel que no tiene para comer?
La otra es una película que no nos gusta, que duele ver, y es la del dopaje. Más allá de cualquier interpretación, trascendido o versión que pueda existir, lo real es que uno de los mejores atletas argentinos de todos los tiempos fue condenado a dos años por consumo de EPO, una sustancia cada vez más popular incluso en corredores populares y aficionados. La realidad es que el de Federico Bruno es un caso de dopaje como cualquier otro, más allá de la persona que hay enfrente, de sus victorias y campeonatos, de lo que pueda ser como persona, y es algo que voy a repetir más abajo. No importa cuál fue la razón del consumo a la hora de analizar objetivamente el daño que esto le hace al deporte argentino y a las generaciones que vienen, si fue un descuido o si hubo alguna otra intención de su entorno y cayó él mismo en una trampa. Hablé en muchas oportunidades con Bruno me pareció siempre una gran persona a la que admiré como deportista y en calidad de su trayectoria y de sus actuaciones en general lo entrevisté muchas veces para mi podcast. En lo personal es un golpe, pero esa relación de respeto que siempre tuve con la persona nunca me detuvo ni lo hará cuando se trata de hablar del atleta, y la realidad es que así como cuando levanté la noticia de la suspensión provisional y hablé de muchos otros corredores cuando nadie habló, hoy somos varios colegas los que tenemos que informar que la sanción es definitiva.
Tengo muchas sensaciones encontradas al respecto, pero siempre mi relación con los deportistas que incurren en dopaje va a ser la misma: deliberadamente o no, terminan cayendo en la trampa. Terminamos cayendo todos en la trampa de la mentira. Y eso es una mierda. Con las instancias de apelación ya finalizadas, la Organización Deportiva Sudamericana informó que anuló todos los resultados obtenidos por Federico Bruno en los Juegos Sudamericanos de Asunción, y que las medallas de oro que Bruno habi3a ganado en 1500 y 5000 metros pasarán a manos del brasileño Guilherme Kurtz (1500) y del uruguayo Santiago Catrofe en los 5000m.
Este caso de dopaje y lo dicho al comienzo del editorial forman parte de un mismo ecosistema, y es el de deporte argentino permanentemente atado con alambres y en el inframundo, con gobiernos y dirigentes que premian con resultados cuando les conviene, que desinvierte y desfinancia, desde becas a instalaciones deportivas, y del que cada tanto la gente se acuerda cuando el bolsillo o unos Juegos Olímpicos se lo permiten. Mientras, hay muchos que callaron y que seguirán callando: por oportunismo, por intereses, por falta de enjundia o por lo que fuere. A la hora de programado este boletín (jueves por la noche), ninguna de las dos cuentas de la CADA en Instagram -sí, tienen dos cuentas- ni la página web publicaron comunicado alguno de estos temas. Seguiremos esperando, no sé qué, pero que alguna vez algo cambie.
George.
Queen of London
Es difícil decir después de las últimas ediciones cuál maratón de las ‘grandes’ es mejor. Si en Berlín 2023 Tigist Assefa reventó el récord mundial de mujeres y en Chicago un mes después hizo lo propio el difunto Kelvin Kiptum, en Boston hace un par de semanas Hellen Obiri afirmó su dominio entre los maratones difíciles o aquellos que no dependen de las liebres para determinar actuaciones grandilocuentes. En Londres no hubo excepción y la campeona olímpica vigente Peres Jepchirchir, una candidata segura a repetir en París, ganó la carrera en un final apasionante en el que prevaleció por Joyciline Jepkosgei, la propia Assefa y Megertu Alemu, después de haber pasado en 1:07:04 el medio maratón. El detalle hace a la dimensión de su gesta, y es un nuevo récord mundial de mujeres-solo, es decir sin liebres masculinas.
Una inoxidable leyenda llamada Bekele
Estoy de acuerdo con Kyle Merber del news The Lap Count: para los treintañeros como yo, Kenenisa Bekele es el puto amo. Y acá voy a hacer uso de mis propias palabras; Kenenisa no tiene la consistencia de Kipchoge ni nos alumbra con la cultura de la positividad en el running, casi no da notas y cada tanto sube algún posteo no tan bien encuadrado a Instagram, pero es probablemente el mejor fondista de todos los tiempos, considerando no solo su carrera de maratón que apenas fue es el epílogo de su historia, sino su pasado reciente en el cross y sobre todo en la pista, con campeonatos mundiales y colección de medallas olímpicas. No le hace falta demostrarnos más nada y ahí reside la cuestión: todavía tiene que demostrarse él mismo vaya a saber qué, y es por eso que después de sus 2:01:41 hace unos años en Berlín y varios maratones abandonados, Kenenisa corrió el domingo en Londres en 2:04:15 para terminar segundo detrás del ganador Alexander Munyao luego de haberle lanzado un ataque hacia el final, a los 41 años de edad. Si habrá para el etíope un último baile en Paris depende de la federación de su país, y aunque hay cinco maratonistas más rápidos que él en la temporada, corriendo dos veces en 2:04 en seis meses (su otra carrera fue en Valencia en diciembre, en donde fue cuarto con 2:04:19). La federación no tomará una decisión según lo que digamos los fans, pero tal vez podemos hacer fuerzas.
Los hombres etíopes más rápidos para 2023-2024 (Fuente: Lets Run)
Sisay Lemma – 2:01:48 Valencia 2023
Takele Bikila – 2:03:24 Berlín 2023
Deresa Geleta – 2:03:27 Sevilla 2024
Dawit Wolde – 2:03:48 Valencia 2023
Kenenisa Bekele – 2:04:15 Londres 2024
Noticias de running
La Diamond League se estaciona en China y este sábado será el turno de Suzhou con idénticos intérpretes de la primera fecha china, como Sha’Carri Richardson, Noah Lyles y Christian Coleman, la primera en los 200 y tanto Coleman como Lyles en los 100m, después del primer enfrentamiento del año que ganó Coleman. Otras figuras notables serán Letesenbet Gidey y Selemon Barega en los 5000m.
Este fin de semana se corren en Filadelfia los prestigiosos Penn Relays, pero independientemente de los apasionantes relevos como el 4x800 o las postas DMR, habrá acción en la milla individual masculina, con Yared Nuguse enfrentándose al australiano y su compañero de equipo Ollie Hoare.
Un par de fines de semana atrás encontré este hermoso documental de Patagonia, Running up for the air, que cuenta de manera muy amable y sintética un propósito alrededor de muchas comunidades preocupadas y ocupadas por el planeta, especialmente donde nació la iniciativa, Salt Lake City. Ahí todos los años el gran corredor de ultra Jared Campbell decidió hacer algo por el aire contaminante de la ciudad y propuso crear un desafío de ascenso y tiempo único, que vale la pena ver.
Esta nota de Growth Equation sobre el VO2Max me parece lo suficientemente interesante para incorporarla, aunque siempre es difícil no caer en los datos fáciles que nos aporta el Garmin. Básicamente, entrega un montón de conceptos y datos estadísticos que respaldan la idea de que los valores de acumulación del oxígeno en sangre son importantes pero no significan nada en sí mismos, como si lo es mantener la consistencia en el ejercicio aeróbico por sobre la intensidad.
Episodio 62 Fartlek Talks: Conversaciones con Gastón Caracciolo
Argentino radicado en Santiago de Chile, Gastón Caracciolo primero entendió que correr le aportaría el clic que necesitaba para cambiar su vida y, después, que quería estar menos pendiente del reloj para disfrutar de sentirse vivo. Como corredor aficionado completó cinco de los seis majors y sólo le falta Boston. Lo desvela pero es paciente: en el medio tuvo otros desafíos, como Speed Project, una carrera por relevos que nació en Estados Unidos pero que tiene planes de expansión en Sudamérica. Este médico traumatólogo también habla de otras de sus pasiones, como el cine y la literatura, de la importancia de correr en comunidad, de los valores de la vida sana y de mucho más.
¡Gracias por llegar hasta acá! Nos leemos la próxima semana.